domingo, julio 24, 2005

Necesidad de Crear

Hubo una niña qeu despertó un día queriendo pintar. Dijo que quería vivir, pero que fuese pintando. Su máximo gozo era poder expresar, trasmitir que sentía en su ser. Desde ese día la niña decidió luchar.
Poco a poco fue sacado fuera de sí la pasión que le causaba una desmesurada vitalidad. Decidió usar la pintura como soporte material donde plasmar su inquietud. Con el tiempo, la sencilla nila que tenía una pizca de curiosidad, controló el lenguaje mediante el cual empezaría a escupir complejidad, belleza y perversión.
Los castillos que había construido eran de arena y no tardarían en derrumbarse. La prepotencia de su sentir y de su ser no le dejaba avanzar. Lo vió dificil pero quiso seguir luchando.
Descubrió que necesitaba apoyarse en la pintura para dejar de ser esa niña de castillos de arena. Pintando aprendió como actuar, como vivir en su contexto cotidiano. Estableció tal interactividad con la pintura que el arte se apoderó de ella. En su estudio; durante horas, ella deja de ser persona para convertirse en pintura que se pinta a si misma. Así es como la pintura quiere ser.
Ahora hecha una mujer, no se da cuenta que lo que un día decidió al despertarse una mañana se ha convertido en realidad. Si se ve obligada a luchar, es porque su intención más primaria la ha sustituido por otra a lo largo del tiempo (no a lo largo de su evolución pictórica).
Pero sabéis qué es lo mejor de todo. Que ella continua siendo un niña. Una niña que no ha perdido curiosidad por ese gozo que le provoca el trasmitir lo que siente dentro de su ser. Por lo tanto sabemos que por muy cansada que esté de luchar no se va a rendir, porque ella ha optado por no hundirse.

"Aunque este escrito pueda interpretarse, como

un elogio, a la niña que despertó queriendo pintar,

no lo es. No se lo deseo a nadie"

sábado, julio 16, 2005

Work & Sickness

Llevo trabajando un par de semanas en la escola de estiu. Estoy como monitor de apoyo de primaria, cosa que es mentira, estoy para hacer de todo. Lo único que tengo asignado como fijo todos los días se desarrolla entre nanos de escola infantil: bañarlos de 12h a 13h, darles de comer a las 13.20h y cuidarlos en el patio de 14h a 15h. Verdaderamente no sé cúal de estas tres tareas me agota más. Me paso el día poniendo tiritas, limpiando culos [alguno que otro se te caga encima y entonces ya saltas de alegría, que mal lo pasé limpiando a un niño que se cagó todo entero]. No me quejo del trabajo. La verdad es que los monitores funcionamos bien, hay buen royo y te lo pasas guay, pero es agotador. Fuera de estas tres tareas asignadas como fijas. Las cosas varían, hay días que haces taller de cocina, otros haces manualidades, otros sales al campo a recoger plantas aromáticas, otro aprendes magia, otros haces deporte. Ahí, ya trato con todo tipo de niños, de los dos años y medio a los de 12 años. Cada unos con sus cosas.
La cuestión es que mi cuerpo según han ido avanzando los días ha ido degenerándose. Lo primero que me hice fue levantarme la piel del dedo gordo del pie izquierdo, luego hacerme un corte en el dedo gordo del pie derecho y también me ha salido una llaga en la boca. A los 7 días de trabajo notaba unas destacadas agujetas en los bíceps, levanto una medía de 20 niños diarios. Ahora estoy verdaderamente enfermo, tengo un gripazo de la hostia, con placas de pus en la garganta, afónico y se me va la fuerza por la nariz. Yo diría que no es coinidencia, una cosa [trabajo] ha sido consecuencia de la otra [enfermedad].
Bueno, ya sólo me queda una semana de curro... Veremos si puedo aguantar y mi cuerpo mejora. Menos mal que es un trabajo que me gusta y estoy disfrutando [está claro que hay momentos terribles].

viernes, julio 08, 2005

For the Love of God

Me he dado cuenta de una cosa muy importante.
Mi hermano me ha dado una aunténtica lección de calidad. Ayer ofreció la audición de una pieza musical, concretamente "For the Love of God" de Steve Vai. Es una pieza bastante jodida que ha visto muchas veces en videos y oído en Cd. Después de ensayarla un par de años, ayer la tocó en público. Había que ver el dominio que tiene con la guitarra eléctrica, es aluzianante.
Para mí, soportar sus ensayos son una de las pruebas de resistencia más duras. Llegan a ser insoportables y, si por él fuera, sería capaz de tocar 12 horas diarias la guitarra. Pero reconozco que todo el esfuerzo [y mucho, por cierto] ha valido la pena solo para los 6 minutos con que se lució. Ya no es un principiante, ni mucho menos.
Me he dado cuenta de que la guitarra eléctrica es su pasión y de que su mundo gira en torno a ella y la música. Tiene la suficiente capacidad de lograr todo lo que se pronponga en este terreno.
Ayer me sentí verdaderamente orgulloso de mi hermano.
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sábado, julio 02, 2005

Pequeños Placeres

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