Necesidad de Crear
Hubo una niña qeu despertó un día queriendo pintar. Dijo que quería vivir, pero que fuese pintando. Su máximo gozo era poder expresar, trasmitir que sentía en su ser. Desde ese día la niña decidió luchar.
Poco a poco fue sacado fuera de sí la pasión que le causaba una desmesurada vitalidad. Decidió usar la pintura como soporte material donde plasmar su inquietud. Con el tiempo, la sencilla nila que tenía una pizca de curiosidad, controló el lenguaje mediante el cual empezaría a escupir complejidad, belleza y perversión.
Los castillos que había construido eran de arena y no tardarían en derrumbarse. La prepotencia de su sentir y de su ser no le dejaba avanzar. Lo vió dificil pero quiso seguir luchando.
Descubrió que necesitaba apoyarse en la pintura para dejar de ser esa niña de castillos de arena. Pintando aprendió como actuar, como vivir en su contexto cotidiano. Estableció tal interactividad con la pintura que el arte se apoderó de ella. En su estudio; durante horas, ella deja de ser persona para convertirse en pintura que se pinta a si misma. Así es como la pintura quiere ser.
Ahora hecha una mujer, no se da cuenta que lo que un día decidió al despertarse una mañana se ha convertido en realidad. Si se ve obligada a luchar, es porque su intención más primaria la ha sustituido por otra a lo largo del tiempo (no a lo largo de su evolución pictórica).
Pero sabéis qué es lo mejor de todo. Que ella continua siendo un niña. Una niña que no ha perdido curiosidad por ese gozo que le provoca el trasmitir lo que siente dentro de su ser. Por lo tanto sabemos que por muy cansada que esté de luchar no se va a rendir, porque ella ha optado por no hundirse.
"Aunque este escrito pueda interpretarse, como
un elogio, a la niña que despertó queriendo pintar,
no lo es. No se lo deseo a nadie"